El año que cumplí 46.

Inicié una nueva vuelta al sol y con ella un nuevo proyecto.

Y escribí este post tan especial:

 

Es un año especial, con cifras muy significativas para mí, que me están marcando mucho.

Hoy celebro que hace 46 años mi madre me dio a luz.

Hoy cumplo la misma edad que tenía ella cuando yo nací.

O sea, cuando yo nací ella tenía 46 años.

En aquella época era raro que una mujer “tan mayor” tuviera un bebé, más si habían pasado 20 y 22 años desde que sus que nacieron sus otros hijos.

Con 46 años mi madre era casi una anciana.

Yo vine a este mundo en su último óvulo, después de mí ya no volvió a menstruar.

Mi padre tenía 50 años cuando yo nací. Muchas veces, cuando salíamos de paseo, me preguntaban si era mi abuelito.

Es curioso cómo ha cambiado la forma de enfocar la vida medio siglo después.

Las mujeres ya no somos cuarentonas, somos cuarentañeras.

Lo normal es que en estas edades aún estemos gestando e incluso pariendo.

La menopausia aparece allá mediados los 50…

No es sólo que se haya alargado la media de vida de la población, sino que hemos alargado también el tiempo de juventud y de vida fértil.

 

Bueno, pero me estoy perdiendo en mis pensamientos.

Yo hoy quería homenajear a mi madre.

También este año se cumplen 20 de su marcha (otra cifra significativa).

20 años echándola de menos. 20 largos años en medio de los cuales tantas veces la he echado de menos.

 

No teníamos una relación fácil.

Ella era de carácter muy fuerte. Una mujer de su época, que vivió de niña el hambre de la posguerra, una época terrible en la que vivían con lo más básico, y eran capaces de ser felices.

Mi madre pasó momentos duros muchas veces a lo largo de su vida, pero siempre hubo una característica que la definió: Fortaleza.

Recuerdo cuando murió que yo me veía tan poca cosa. He caminado mucho, he desgastado muchas suelas de zapatos, y me he despellejado las rodillas porque muchas veces tuve que gatear de pura impotencia.

Pero hoy, desde mis 46, miro al horizonte y sé que la Fortaleza fue la más grande herencia que pudo dejarme.

 

Hoy mecida por su recuerdo, por la presencia de mi familia, de todas las voces amigas que me acompañan día a día en facebook, celebro mi 46 cumpleaños.

 

Hoy inicio un nuevo camino, una nueva vuelta al sol.

Pronto te cuento a dónde voy, por si quieres acompañarme.

Un abrazo luminoso:

Mónica

 

¿Pero cómo vas a lograrlo si no te hablas con el dinero?

Desde aquel día en que os despedisteis enfadados no has vuelto a saber de él.

No le has llamado y no te ha llamado.

Es más, estás dispuesta a contar a todo lo mundo lo mal que se portó contigo.

E insultarlo, si la ocasión se presenta.

No puedes pretender que cubra tus necesidades si no podéis soportaros.

¿Te lo habías planteado así alguna vez?

Estás enfadada con él.

Dolida.

Jamás le hablarías si no fuera estrictamente necesario.

Y te fastidia aún más, porque sabes que lo necesitas tanto como él a ti.

A lo mejor la solución pasa porque pudierais volver a tener una relación al menos cordial.

No te digo que le abras de nuevo tu corazón.

Pero sí dar pie al menos para que pueda haber un trato mínimo.

YO ME OFREZCO A MEDIAR ENTRE AMBOS.

Puedo ser quien hable con él.

Quien hable contigo.

Quien lime las asperezas entre uno y otro

para que al final el acuerdo se pueda dar.

¿TE PARECE QUE PODRÍA SER UNA BUENA SOLUCIÓN?

Estoy dispuesta a trabajar duro para que podáis reconciliaros de verdad.

No será de un día para otro, pero se puede lograr.

DSC_0949
GridHada2.4
Enviar whatsapp
1
¿En qué puedo ayudarte?
Hola 👋
Soy Mónica Álvarez, ¿en qué puedo ayudarte?